lunes, 26 de marzo de 2007

Los Espejos

Aunque resulta inquietante los espejos son puertas, es inaudito, son telas de aluminio tejidas sobre vidrio para proteger su brillo y permitir así el reflejo, entonces porque no decir que son más espiritistas los fabricantes que los médium baratos que cobran su acto, los espejos abren paso a otras esferas, también pueden ser espadas de doble filo, acariciando la belleza e ignorando todo lo in-material que guarda cada ser, es recomendable cuando se acerca la negra muerte cubrir-los con telas gruesas, evitando puedan las almas apegadas aun a la vida quedar encerradas entre reflejos perdidos, son la trampa donde los demonios pasan a ese mundo, pero cuidado quien busque su reflejo puede quedar perdido conviviendo con dantescas presencias sin saber de sortilegios o magia negra, algunas enciclopedias de ritos desconocidos recomiendan cubrir los espejos mientras no se usan, resultaría hasta justo con la vanidad, sin importar el genero, quien no ha visto su imagen invertida en el reflejo y quisiera olvidar así fuese por un momento la fragilidad proyectada, otras culturas los bañan con aguas limpias, aguas santas y puras, en el pasado los espejos eran tejidos en metal, de plata o bronce, en ese proceso que llaman plateo, curvos, huecos, como ver el reflejo en una vasija de plata, los rostros y la silueta se deforman, existen formas claras que reflejan la imagen, el agua, los cristales, al ver de cerca esos ojos que enamoran, cerca a la altura del contacto, se ve uno en los ojos que se abordan, es el mas tibio de los espejos, el mas dulce de los reflejos, se cierran los ojos y la imagen se borra en la miel de los besos; por cuestiones de tiempo los momentos se hacen inexplicables, son los espejos cuerpos rotos en tejidos blandos, avaros sacerdotes al culto de narciso, puertas al infinito o cárceles de submundos, cada mano debiese tener un tejido de metal para estallar el puño entre los muros y sus cuerpos, sentir como se quiebran, volar-los sin temer la perdida, ocultarlos sin temor, quemarlos. No sería justo terminar sin confesar otro temor, ¿cuando el recio golpe destruya su estructura que mundo abra de ser hecho añicos?, el vórtice donde limita todo mi mundo o el otro, imagino perder la sensación de la dimensión y me asusta ver desde el piso otro cuerpo igual al mío, con la misma mirada, la cicatriz al lado del ombligo, ver como recogen entre polvo, bellos caídos, insectos muertos, los restos del espejo, darse cuenta por pura casualidad que uno es el reflejo de otra vida.

3 comentarios:

MaLena Ezcurra dijo...

Me gusto este post, quizas xq va al ritmo mio, al de mis pensamientos.

Los espejos, se hacen añicos.

Mi cariño.

Verónica E. Díaz M. dijo...

Escribí a una amiga hace unos minutos: "para mí el espejo es la evasión" a otras realidades en las cuales nosotros ya no tenemos el control.

Saludos

Alejandro dijo...

Malena, agradezco tu comentario, rompamos el espejo, hagamolos añicos.......

Veronika, los espejos además muestran el reflejo de lo q se para frente a ellos, eso es ineludible, la imagen, los prejuicios a veces nos toman y deciden por nosotros