lunes, 23 de abril de 2007

LA NOCHE

Afuera la lluvia mostraba su múltiple cuerpo, en las calles altas cuando la lluvia cae se forman rios de agua con todo y voz, desde la puerta del bar, se tiene la excusa perfecta para no salir, para estar fuera de casa, los caminos están marcados, las alcantarillas reciben los charcos y aun la conversación sigue enfrascada en lo recio del clima, continúan los desprevenidos, los que corren quizás al hospital, a ver un enfermo, en busca del calor de un cuerpo, aun en el bar las horas son quejas, el minutero aguanta el segundero, el tiempo se detiene pero las palabras fluyen húmedas, el frío a cobijado la autopista, ha roto los coches de la calle, las motos ruedan llevadas por el cause, aunque vemos como flotan, mientras la cerveza no se acabe y el tequila rebose las copas todo puede esperar, el viento penetra hiriendo las puertas viejas sus chapas de hierro corroído por el tiempo y esa falta de pintura bufan en la madera, unimos los cuerpos respirando en la oreja de la vecina, disfrutando de la mirada electrizante, chocando en otra presencia, la lluvia ha brotado en tormenta, baja con lodo y correas viejas, en la barra un ebrio sin sentido cuelga del techo, pero eso no es raro cuando se mueve el piso, las palabras son ecos, los ojos pesan, hasta el tiempo se burla, las puertas grandes de madera están aceitadas se ponen tan lisas, las palabras se tornan lentas, otra vez la cabeza pesa, pero claro llega la hora de cerrar, el que pone la música, el mesero, cobran la cuenta, guardan las mesas antes suben las sillas, sueltan los ebrios, abandonan la pista, en la calle de nuevo se recuerda que es martes, mañana toca madrugar, entre escombros se va chocando, aun no puedo olvidar, la lluvia, la tormenta, los tragos acompañando un amigo, los rios de tanto material, al despertar toca dejar sin descifrar el porque del carro, intacto, limpio, sin botellas o presencias malignas, listo para abordar la calle, suavizar el tufo con un chicle de menta, trabajar, solo puedo esperar que llegue la noche y calmar la sed de una garganta seca.

7 comentarios:

MaLena Ezcurra dijo...

Que placer es leerte siempre.
Esta noche en textura es perfecta.

Te abrazo, buena semana.

Alejandro dijo...

Malena, te lleno de besos.

Anónimo dijo...

*invisible no * invicible .
si tengo en cuenta la conversacion de la galeria de arte medio entiendo el porque de este escrito, pero xq entramos en un cuadro que no sabemos pintar?

Alejandro dijo...

Paula;
Q puedo decir, una cosa si puede mezclarce en la otra, pero aun pueden ser diferentes, porq q perderse en lo q no se sabe pintar; depende, como ejercicio de escritura, es util, refrescante, radical, asi se ve q tan bien se puede improvisar y ganar terreno, si es lo de la propuesta indecente... ya hablaremos.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

me perdi en el ultimo renglon?....

Anónimo dijo...

Escrito entendible pricipalmente (pienso yo) por aquellos quienes buscamos en el calor de la noche y la fescura del licor, todo aquello que se debe reprimir en un posible día frío y gris de trabajo desganado, o tal vez en la continuidad del maratónico e inagotable trasegar.

Bacano

Gonzalo Del Rosario dijo...

"Afuera la lluvia mostraba su múltiple cuerpo"

Me vacila la manera en que empezaste el texto.
Es una gran descripción de un bar, tanto que dan ganas de visitar el guarique aquel, lo que puede hacer la literatura . . .