jueves, 23 de agosto de 2007

EPOCA PRESENTE

Caminar olvidando los sentidos
estar al borde del abismo
sin temor abrazar la soledad
ver al rostro la oscuridad
escuchar el silencio de la inmensidad
la marea abra de crecer
tomar sin descuidos la piel
arderán desde el interior
los recuerdos de si mismo
deja el ruido de la rutina
mira al cielo en las noches
apaga la voz de los medios
deja atrás lo que se ve correcto
los estúpidos estereotipos del amor
nada esta escrito ni vetado
rebelión es una palabra sedada
la ventana es para ser vistos
los barcos deben ser abordados
las olas romper en las costas
los caminos transitados sin cesar
el temor un recuerdo ajeno
al paro de la marcha
a la voluntad del silencio
el tiempo se va y se ha ido
siempre será de ese modo
aunque vivimos esta época
solitarios entre compañía
mudos con palabras vacías
locos con muros de apatía
cuerdos a la muerte y al abuso
ausentes al dolor y al hambre
a tanta belleza que se maquilla
demasiada escena que se fabrica
es la receta del cóctel de la cordura.

viernes, 17 de agosto de 2007

La noche una rustica imagen, estrellas que se acomodan en el horizonte mezcladas entre el cielo, como guirnaldas en diciembre componiendo en detalles las ramas de la inmensidad azulada, muestra de la oscuridad atenuada en el brillo de la luna, tallando entre las esquinas de una presurosa composición, de un silencio muerto, interrumpir el grito y la explosión, arde entre los carbones un corazón lleno de gozo, amante de esa delirante sensación de chocar entre la llama, caer entre las rocas, penetrar en los confines del océano sin la presurosa sensación de respirar, estallar en la mañana antes de despertar, caminar por las calles infestadas de la plaga de la muerte sugerida, tocando el plomo, gesticulando entre la carretera, escupiendo sangre como solución inconveniente al mañana, llenando el estomago con gusanos fritos, danzando entre las líneas ocupadas del tren y dejando un pequeño espacio a la minimalista música de verano, el festival que se repite, la sensación brusca de saltar y perder calamina entre la arena, morder los nutrientes de una ensalada con los frutos del delirio, tomar los frascos viejos de la mayonesa sin lavar, llenarlos con locuras en una tarde gris, esperar golpeando un saco de arena mientras la tarde se enfría para así morder con sevicia la noche, lanzar un oper de derecha, una patada a la nuca y tirar al vacio la sombra hueca de los recuerdos, correr sin temer al sudor y a la sensación de cansancio, una y otra vez mientras cambian las estaciones y las puertas golpean, se abren al paso y al encuentro, se cierran a la complicidad de un deseo, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar, esperar; cuando la calma llegue repetir de nuevo la dosis, morder el metal de los tractores, desayunar truenos tragándose los rayos y todos los gestos, entre las redes cubrir los nodos y cortarlos, culminar con los sueños de un mañana mejor, luego abra de venir la calma con dosis hipnóticas de sedantes, en un cuarto tan blanco como limpio , en las ataduras de una camisa inconveniente y las orbitas, que importaran ya las orbitas cuando la cuenca abandona su cause.
LA MENTIRA ALOJA SUS CAUSAS ACECHANDO CON PULCRITUD LA VERDAD, EN SU EJERCICIO IMITA LA PERICIA DE LOS TRAPECISTAS DE CIRCO, LLENANDO LOS OIDOS CON INCONCIENTES RUMORES, TEJE ENTRE VOCES CUENTOS Y LENTAMENTE DA PESO A SUS ENGAÑOS, EN CAMBIO LA VERDAD ES TRANSPARENTE AJENA A LOS VESTIDOS, SE MUESTRA COMO ES, SIN IMPORTAR LO CRUEL QUE PUEDA SER.