jueves, 28 de junio de 2007

El roce de la oscuridad

Le temo a las sombras en la oscuridad, llegan frías cristalizando los huesos, en el cuerpo palpita esa sensación de nunca terminar, viajan por las paredes dejando su estela de pánico, se perciben con el roce de la humedad que se acumula, cae su cuerpo en el piso viajando en olas violentas, salpican en ese vaho denso lleno de tinieblas que vuelven la cama una isla.
Le temo al silencio en la oscuridad, es capaz de rasgar la garganta creando peñas secas y áridos recorridos, las tripas se revuelcan en el estertor de lo desconocido, se adivina a tientas como los espantos se transforman en puertas que se abren, ventanas que golpean, voces tan angelicales que llaman, no se olvida entre la espesa noche y la tierra, sólo queda un cuarto, respira un cuerpo y esa sensación cosquilleante no abandona la sangre.
Le temo aun a la oscuridad, en su cueva las hojas no saben tejer palabras y la tinta negra es transparente, los pensamientos cobran el peso de un gigante, en medio de la fiebre pronto habrá de amanecer, la luz invade el cuarto, las sombras se esconden mostrando sus dientes filosos, gritan: ya llegara la noche, en esa marea revuelta los sentidos se hacen tan agudos que a la respiración agitada se le descompone en el tiempo escuchando la pausa, la soledad crece y hace de su cuerpo una borrasca, el monte se traga la cordura mientras la razón llora impotente.
Aun asi espero llegue la oscuridad quizás pueda desangrar su cuello.

5 comentarios:

Gonzalo Del Rosario dijo...

Ciertamente la oscuridad siempre me ha asustado, sólo que ahora . . . como que le he encontrado la gracia.

Jorge Atarama dijo...

En la oscuridad también se da el amor y la fusión de dos cuerpos, aunque una pequeña luz, quizá de una vela, quizá de la luna siempre es buena para contornear con sus caricias un leve sentido de orientación que complemente al tacto.

Alejandro dijo...

Si definitivamente la oscuridad se convierte en ese misterio q hace encontrarnos con lo más íntimo de uno y de los demás, un saludo a Jorge y a Gonzalo. Espero estar más en contacto.

Anónimo dijo...

hasta que encontre una diferencia contigo!!! yo adoro la oscuridad,, la noche y lo que saca de las personas y lo que trae consigo.

MaLena Ezcurra dijo...

Me gusta como decís.
Me fascina la oscuridad, es como que deja los sentidos más expuestos (obvio no, el de vista)

Abrazo compañero.